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Networking
El arte del networking: cómo construir conexiones significativas y duraderas
Hoy en día, las conexiones auténticas no son solo un valor añadido: son una ventaja competitiva. Con todo, hacer networking no significa coleccionar contactos, sino generar confianza, aportar valor y transformar una simple conversación en una relación a largo plazo y, por ende, en oportunidades. Así es como se crean comunidades donde las ideas y la colaboración fluyen, y las personas sienten que forman parte de algo más grande que ellas mismas. Ya sea en un gran evento empresarial, una reunión presencial o una call, esta guía te ayudará a prepararte para dar lo mejor de ti mismo, romper el hielo con seguridad y convertir las primeras conversaciones en vínculos duraderos.
¿Por qué hacer networking? Los beneficios de construir conexiones reales
Hacer networking es una de las formas más rápidas de ampliar tu perspectiva y desbloquear oportunidades de manera inesperada, impulsando tanto tu crecimiento personal como profesional. Cada conversación (ya sea iniciada por ti o por otra persona) es una oportunidad para conectar con otras industrias, roles e ideas. Y lo mejor es que muchas veces, estas conversaciones dan lugar a nuevas oportunidades, colaboraciones o aprendizajes inesperados. Tanto es así que un estudio de Harvard Business Review revela que las personas con las redes de contacto más amplias tienden a alcanzar salarios más altos, son promocionadas con mayor frecuenta y, en definitiva, gozan de un éxito profesional mayor.
Además, es a través de estas conexiones que construimos comunidades: dentro de las organizaciones, entre industrias o en torno a intereses comunes. Comunidades que no solo abren puertas a nivel individual, sino que aceleran el aprendizaje, fomentan la colaboración y amplifican el impacto colectivo.
Pero su valor va mucho más allá de lo profesional. Presentarte a alguien, entablar una conversación y escuchar con verdadera curiosidad fortalece nuestra seguridad personal, empatía y habilidades de comunicación. Ayuda a superar la inseguridad, a proyectar liderazgo y a ampliar nuestro impacto. En definitiva, ya sea de manera digital o cara a cara, el networking es una de las herramientas más poderosas para mejorar tanto en el plano profesional como en el personal.
Todo empieza por ti: cómo prepararte para aportar valor y liderar la conversación
Antes de construir nuevas conexiones, es preciso tener claro cuál es el valor que ofrecemos. Para ello, reflexiona sobre tres elementos clave:
- Tus fortalezas: ¿en qué eres realmente bueno? Piensa más allá de tu cargo o tu función actual.
- Tus intereses: ¿qué temas te apasionan? Suelen ser muy buenos puntos de partida para empezar una conversación.
- Tu contribución: ¿qué aportas a los demás?
Una vez tengas claridad sobre estos puntos, enfócate en crear una historia que refleje ambos tres. Olvídate del típico “elevator pitch” ensayado. En su lugar, comparte un ejemplo concreto de cómo ayudaste a alguien o aprendiste algo importante para ti. Las historias son memorables: muestran quién somos y lo que podemos aportar.
Las primeras impresiones cuentan
Solo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión, y empieza incluso antes de hablar. La evidencia científica una primera impresión se forma en cuestión de milisegundos y tiende a mantenerse en el tiempo, incluso aunque actuemos de manera distinta por el camino. Aquí van algunos trucos para causar una primera impresión positiva:
- Lenguaje corporal: mantén una postura erguida, haz contacto visual y sonríe de forma natural.
- Apariencia física: viste siguiendo el dress code y adaptándote al contexto. Lo importante es sentirnos cómodos y seguros.
- Actitud: escucha atentamente, con genuina curiosidad, y enfócate en demostrar interés y no en parecer interesante. Como dice Stephen M.R. Covey, experto en confianza organizacional: “Busca aportar, no impresionar.” Sé tú mismo, no hay nada más atractivo que ser auténtico.
Y siempre que interactúes con una persona, recuerda las palabras de la escritora, cantante y activista Maya Angelou: “Las personas olvidarán lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir”. Así que haz que cada conversación cuente.
Define tus objetivos y haz los deberes
Ya sea que busques nuevos clientes, posibles colaboradores, conocer mejor el mercado o simplemente inspirarte a través de nuevas ideas, la claridad en tus objetivos es siempre el mejor punto de partida. Tómate un momento para preguntarte, “¿qué quiero lograr estando aquí?” Definir tus objetivos de antemano te ayudará a enfocar tu energía, tomar mejores decisiones y aprovechar mejor el tiempo cuando es limitado.
Una vez que tengas claros tus objetivos, investiga quiénes estarán allí. Por ejemplo, en la sección de Networking de la App de WOBI , puedes buscar personas con intereses similares y conectar con ellas antes del evento. Aprovecha esta herramienta para identificar a quienes te gustaría conocer. Actualiza tu perfil con lo que estás buscando y lo que puedes ofrecer a cambio, y empieza a conectar desde la sección de Matching .Acto seguido, da el primer paso: envía solicitudes de reunión o mensajes personalizados con antelación, y así transformarás una presentación en un agradable encuentro.

Si bien la planificación es importante, evita sobrecargar tu agenda. Deja espacio para los encuentros espontáneos que surgen en los coffee breaks, entre sesiones o en el cóctel de networking. A menudo, estas conversaciones inesperadas terminan siendo las más valiosas de todas.
También puedes aumentar tu visibilidad compartiendo en redes sociales que asistirás al evento. Una publicación sencilla sobre lo que esperas del encuentro o una pregunta que invite a la conversación puede generar oportunidades incluso antes de empezar.
Claves para romper el hielo
Es normal sentir incomodidad al iniciar una conversación o presentarse ante alguien nuevo. Pero lo que distingue a las personas que hacen buen networking es su capacidad para superar esa incomodidad o vergüenza. La clave está en:
- Recordar que la mayoría de las personas también quieren conectar. Como dice Will Guidara en este vídeo, en el mundo en el que vivimos, muchas personas “desean conectar más que nunca”.
- Ponerte como meta hablar con al menos una persona nueva en cada evento.
- Tener presente que tu primer abordaje no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser auténtico.
Y algo que muchos olvidan: no tienes que conectar con todo el mundo. Parte del networking efectivo es entender que no todas las conversaciones llevarán a una conexión perfecta, y no pasa absolutamente nada. El objetivo no es gustar a todo el mundo, sino encontrar a las personas adecuadas con quienes construir relaciones significativas y valiosas para ambas partes.
Preguntas que funcionan (y otras que no tanto)
Deja atrás el aburrido “¿a qué te dedicas?” y opta por preguntas más atractivas como:
- “¿Qué te inspiró a venir a este evento?”
- “¿Cuál ha sido la idea más interesante que has escuchado hoy?”
- “Vi que estás trabajando en [tema], me encantaría saber más.”
Las mejores conversaciones surgen cuando te enfocas en la otra persona. Escucha activamente, haz preguntas y muestra interés de manera genuina. Otro punto que puede transformar por completo tu experiencia de networking es cambiar la mentalidad de “¿qué puedo obtener?” por la de “¿qué puedo aprender?”.
En su artículo A Better Approach to NetworkingChristie Hunter Arscott propone dejar de lado las preguntas transaccionales y, en su lugar, hacer preguntas que inviten a la otra persona a compartir su historia. Aquí algunos ejemplos:
En lugar de | Prueba con |
---|---|
¿A qué te dedicas? | ¿Qué es lo más valioso de tu trabajo, tanto para ti como para los demás? |
¿Cuál es tu puesto actual? | ¿Qué puestos o experiencias te han llevado hasta donde estás hoy? ¿Cuáles te han dejado los mayores aprendizajes? |
¿De dónde eres? | ¿En qué lugares has vivido o viajado a lo largo de tu carrera o estudios? ¿Cuáles han tenido más impacto en ti? ¿Cuál ha sido tu favorito y por qué? |
En este vídeo el periodista galardonado con el Premio Pulitzer Charles Duhigg comparte uno de sus consejos favoritos para hacer que cualquier conversación sea más interesante.
Una vez que la conversación empieza a fluir, tu lenguaje corporal puede marcar una gran diferencia. Los estudios demuestran que los pequeños gestos no verbales suelen comunicar más que las palabras y hacer que las interacciones sean memorables, agradables y más humanas. Según Vanessa Van Edwards experta en inteligencia interpersonal y escritora, gestos sencillos como estos pueden fortalecer la conexión y hacer que caigamos mejor
- Levantar las cejas al reaccionar (“¿en serio?” o “¡qué interesante!”) para transmitir curiosidad.
- Sonreír con naturalidad.
- Usar el nombre de la otra persona para hacer que la conversación se sienta más cercana.
- Inclinarnos ligeramente hacia adelante o adoptar una postura similar a la de la otra persona muestra que estamos presentes y atentos.
- Realizar pequeños toques apropiados al contexto (como un breve toque en el brazo) puede reforzar la calidez y la confianza, siempre respetando los límites personales y culturales.
La importancia de saber cuándo (y cómo) dar por terminada una conversación
No todas las interacciones van a fluir y eso es totalmente normal. Por ello es tan importante saber cómo despedirse de forma amable y elegante cuando no hay feeling o simplemente queremos hablar con otra persona. Algunas formas de hacerlo:
- Presenta a la persona a alguien más, generando valor al ayudarle a ampliar su red.
- Cierra la conversación con calidez, diciendo algo como: “Un placer conocerte, [nombre]. Voy a seguir charlando con otras personas, pero aquí tienes mi tarjeta/perfil de LinkedIn. ¡Me encantaría que sigamos en contacto!”
Recuerda: tu objetivo no es conectar con todo el mundo, ni gustarle a todos. Hacer buen networking no es cuestión de cantidad, sino de calidad. Lo importante es que cada interacción deje a ambas personas sintiéndose escuchadas y respetadas.
El networking digital también cuenta
Algunas de las conexiones más valiosas comienzan por internet. Ya sea un mensaje por LinkedIn, un comentario en una publicación o una presentación por correo, tu presencia digital es clave. Es por ello que es fundamental que cada interacción sea personal y relevante. Aquí tres formas sencillas de lograrlo:
- Menciona por qué estás contactando: ¿qué te llamó la atención o despertó tu interés?
- Haz referencia a un interés compartido, un evento o una conexión mutua para generar cercanía.
- Invita a continuar la conversación no para hacer vender, sino para intercambiar ideas.
Claves para construir relaciones que vayan más allá de la primera conversación
Hacer networking no consiste en coleccionar contactos, sino en cultivar relaciones a lo largo del tiempo. Son los pequeños gestos los que generan confianza. Aquí unos consejos para lograrlo:
Haz follow-up de manera personalizada y aportando valor
Envía un mensaje de seguimiento en los días posteriores al encuentro para mantener viva la conexión. Haz que tu mensaje se sienta humano y personalizado, no transaccional. Un buen mensaje puede incluir:
- Una breve referencia a la conversación que tuvisteis.
- Un artículo, pódcast o recurso útil relacionado con la conversación o el evento.
- Una invitación para continuar la conversación con un café o mediante una videollamada.
- Invitando a la persona a participar o volver a veros en un evento al que acudirás.
Practica el networking a diario en tu organización
Construir comunidad empieza justo donde estás. No necesitas esperar a un gran evento para poner en práctica el networking. Puedes empezar con tu propio equipo, departamento o empresa:
- Invita a un colega con quien no sueles trabajar a tomar un café o tener una charla virtual. Aprovecha los momentos informales en la oficina, como las pausas para el café o las conversaciones espontáneas en los pasillos.
- Súmate a proyectos transversales o comunidades internas.
- Ofrece tu experiencia en reuniones internas o sesiones de aprendizaje.
- No esperes a necesitar algo para hablar con alguien: invierte en las relaciones de forma constante.
El networking no es solo algo externo, es un hábito de liderazgo que fortalece la colaboración, impulsa el aprendizaje y contribuye a la creación de una cultura organizacional más sólida.
Además, las interacciones sociales en el trabajo nos hacen más felices y aumentan nuestra satisfacción laboral. En este vídeo, la psicóloga Elizabeth Dunn explora la ciencia detrás de estos beneficios y comparte consejos prácticos para construir relaciones más fuertes en el entorno laboral.
Tu red es tu activo más valioso
Hacer networking no es algo puntual, es una práctica continua basada en la confianza, la curiosidad y la generosidad. Se trata de construir comunidades donde las ideas, las oportunidades y las personas puedan prosperar. Significa formar parte de una red global de líderes que aprenden unos de otros, colaboran entre industrias y construyen un futuro conjunto. Sea cual sea el contexto, recuerda: cada conversación es una oportunidad para aprender, compartir y crecer.
Consulta la sección de Próximos eventos en la app de WOBI para saber cuándo será el próximo encuentro de WOBI Members y empieza a convertir esta guía de networking en conexiones reales que podrían cambiarte la vida.
Jon McNeill
Expresidente de Tesla Motors
A visionary leader and serial entrepreneur, Jon McNeill teaches organizations how to exponentially scale businesses and drive disruptive innovation. As former President of Tesla, he oversaw a 10-fold increase in sales from $2 billion to $20 billion in just three years. In 2018, he became COO at ride-hailing app Lyft, where he helped prepare the company to go public, growing revenue from $800 million to $2 billion in the process. Currently, McNeill is a Managing Director at DVx Ventures, a growth-stage venture platform, and serves on several boards of companies including General Motors, Lululemon and Stash Financial.
